domingo, 7 de octubre de 2007

Eterno...


Millones y millones de estrellas titilando en ese cielo, nuestro cielo.
Tu y yo un día compartimos una estrella, un cruce de miradas unas cuantas palabras y nuestra estrella se quedó, se ha quedado... más creo que nos hemos ido alejando de ella porque no logramos olvidar el universo que nos separa, la barrera aquella, que no hay nombre que le quede mejor que el de "muralla", una muralla invencible, que no he podido escalar para pasarme de tu lado, por eso lentamente voy renunciando a nuestra estrella, y ella a la vez deja de brillar a ratos...
¡Cómo quisiera un día poder mirarte y mirarte como si fueras alguien más...!
¡Cómo quisiera que uno de estos días se apagara nuestra estrella!
y así dejar de soñar.
Tiempo, el tiempo en estos momentos me parece: infinito. Me sabe a eternidad.
DG.

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