sábado, 10 de mayo de 2008

Y sin embargo...


Todas mis lágrimas,
todo el olvido,
(inexistente pero buscado).

La fe,
todos
mis años
esperando.

Y cuando aún
me queda parte de todo eso
me sorprendo quebrantando una ley
que no debería dolerme,
y sin embargo
me desangra
tanto.

Creo que nadie lo entiende,
y tú ¿acaso lo has intentado?

Sí,
lo sé,
no se trata de entender,
sino de sentir
profundamente.

Jamás blafesmé
cuando dije "te amo",
jamás lo dudé,
y sin embargo...

Tú que lo dices
crees sentirlo
y me haces daño.

No diré un inmaduro"no te creo",
mejor daré un golpe certero,
yo te quiero,
pero, desde hace mucho,
(me cuesta admitirlo)
desde hace mucho
que ya no te espero;
sospecho esperanzas
en otros rumbos,
en otros ojos me pierdo.

¿Me amas?

¿Acaso has pasado
al menos, una noche
de insomnio sediento,
susurrando mi nombre en la oscuridad
con el alma durmiendo
y rezando por ver mi sombra
al menos en sueños?

¿Acaso has sentido cómo
el corazón se paraliza
muriendo?

Y...

¿Acaso,
cuando me lees,
logras adivinar
una lágrima detrás de todo
esto?


DG.

3 comentarios:

Javiera. dijo...

Hay muchas cosas que no deberían dolernos nunca, sin embargo lo hacen y de una manera demasiado cruda... Quizás por eso después uno termina bloqueándose a todo lo que esté relacionado con ella. Quizás ya no lo esperas porque pensaste que nunca vendría...
Como tú dices: "No se trata de entender, sino de sentir profundamente".
Cuando lo sientes, lo entiendes, lo crees, lo curas.
Pf, no soy precisamente la más adecuada para decirte esto, pero..
Ánimo :)

Abeja dijo...

q raro es no? cuando se quiere sin esperanza y sin espera...

Néstor Morris dijo...

¿Acaso,
cuando me lees,
logras adivinar
una lágrima detrás de todo
esto?




Y sin embargo ...

Me gustó la idea (puede ubicarse en muchos escenarios) y también el modo en que la llevaste a poesía.

Un cordial saludo.