lunes, 6 de septiembre de 2010

Lo Cotidiano


Esto es lo que me sorprende de lo cotidiano:
las innumerables risas de los niños,
la emoción con que cantan,
la alegría con que empiezan las labores,
la manera en que imitan al maestro
o a sus padres.

Esta mañana-tarde-noche lluviosa,
en que la lluvia no cesa
y me preocupa la gotera
que da precisamente sobre mi cama.

Despertarme a las 7 de la mañana,
ver los ojitos de Ana asomarse a la cocina,
y sorprenderme de que aun intente
pasar con su andadera adonde sabe
que no debe ni puede.

Escuchar la radio y preparar junto a mi padre
el desayuno,
tomarlo junto con Ana
y su abuela, quien intenta
-en vano- que "Anita" desayune.

Saltar corriendo al trabajo,
saltar como canguro entre las mesas,
saltar entre los niños,
narrarles un cuento,
reprenderlos y que al final de la jornada
te regalen un beso.

Llegar a casa y comer con la familia.
Leer algún buen libro.
Lavar y limpiar algunas cosas.

Saber que estás en mi vida.

Que aunque sea 2 veces a la semana,
mi cabeza encontrará refugio en tu hombro,
y mi mano tomará la tuya.

Y podré contarte lo que ocurrió en la semana:
lo del lunes, lo del martes,
lo del miércoles y el jueves,
lo del viernes...
lo del sábado y domingo.
Lo que vivo, lo que sueño.

Y tú harás lo mismo.

Saber que cuento y que cuentas conmigo.

Que vale la pena lo cotidiano,
la rutina inexistente
y afanosa de la vida.

Que vale la pena cuando te veo
y cobra sentido
lo que hago,
lo que pienso,
lo que sueño.

Y me da miedo,
pero hasta el miedo,
tiene lo suyo de bueno,
porque surge de lo nuestro,
de perderlo,
y así
lucho por no hacerlo.

Te Quiero.

Cotidianamente,
Te Quiero.

DG.

1 comentario:

Cinthya Álvarez dijo...

Y que sería la vida sin momentos :)
Algunas veces lo "cotidiano" es lo que más sorprende.

Saludos!