lunes, 9 de marzo de 2009

Semilla en la Tierra - Carlos Chaouen

En mis noches de melancolía... o nostalgia... o en esas noches que uno termina de hacer tarea y está exhausto y totalmente cansado... cuando, simplemente quieres dejarte caer entre las sábanas... y esperas... dormir, y no sólo dormir, sino también soñar... soñar con esa persona...
Bueno, esta canción me acompaña en esas noches.
Saludos saturnianos!
Hasta la vista, espero que sea de su agrado...

=)

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Duele, la vida como un puñal
hay veces que duele
y nada tiene que ver con tu boca
que hecha para besar hay veces que muerde,
que anuncia cordura y a veces se vuelve loca.

Duele porque la piel no es materia inerte,
duele porque el querer es dolerse a veces.

Tiembla, la vida como con miedo
hay veces que tiembla
y nada tiene que ver con el aire
que mueve tu ropa en noches de luna escueta
que aprieta, suelta y evoca
y me enloquece.

Tiembla por los latidos que tu provocas
y también porque el querer es temblar a veces.

Y cada uno en su camino
va cantando espantando sus penas;
y cada cual en su destino
va llenando de soles sus venas.

Y yo aquí­ sigo en mi trinchera, corazón
tirando piedras,
contra la última frontera.

La que separa el mar del cielo
del color de tus maneras
la que me lleva a la guerra,
a ser semilla en la tierra.

Y no me pidas tanto, corazón
que tengo poco aire en el pulmón
lo que tengo es un castillo en el cielo

Si viene la guadaña a mi rincón
envuélveme la frente en tu sudor
y le das un beso a todos si me muero...

Rí­e, la vida como un volcán
hay veces que rí­e
y nada tiene que ver con el tiempo.
Se rí­e porque para ella somos tan leves
como el humo azul que del pudor se desprende

Rí­e porque tu llanto se lo merece
y también porque el querer es reirse a veces.

Vive, la vida por compasión
hay veces que vive
y nada tiene que ver con la muerte
y cuando llegue ese instante
déjame verte,
que no hay mayor libertad
que tenerte enfrente,
y que nadie sea absuelto
por no quererse
y vive
porque el querer es vivir con creces.

Y si todo es semilla
no me dolerá la astilla
que sangran de mi costado
tus andares de chiquilla,
y no me digas nada,
déjame a mi
en mi ventana con los pies del otro lado,
yo me fumo mis mañanas.


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