martes, 3 de mayo de 2011

Entre líneas, entre puntos, entre palabras...

Nunca descifré los mensajes ocultos,
las parábolas de lo incierto,
lo no-escrito
ni mí suerte.

Desaprendí del pasado,
me coloqué en una esquina
descubrí que mi vida no miraba de frente
sino que iba a mi lado.

Me di cuenta de todo,
del puerto exacto
donde
ancló desde siempre mi barco.

Pretendí soltar las amarras,
me quedé
con las manos
ensangrentadas.

El barco navegó libremente
por el mar infinito;
mi sueño le seguía
pero nunca logré,

ni por un mínimo instante,
ni por todas las blasfemias
del mundo,
el Universo y de lo cierto...

desprender
las amarras
aferradas
a mi alma y a mi cuerpo.

DG.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy lindo Gaviota...

pasando por aquí..

Saludos