Ayer
es más
desde hace rato
vamos más cerca
detrás de esta frase
ya no me reconozco
era otra la que escribió “reconozco"
así como es otra la que tenía manos temblorosas
la dueña de la voz que se entrecorta
la de la lágrima furtiva bien entrada la noche
la que repensaba sobre si no hizo esto o no dijo aquello
la del pensamiento recurrente de “tal vez me equivoqué”
hay que despertarse siendo nuevo por entero
y soplar sobre nuestras huellas
algún día quedarán bien marcadas en el cieno de algún cementerio
ya no podremos repensar sobre si hicimos o no lo correcto
las únicas palabras que existen:
-¡Bienvenida, señora Muerte!
DG.
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