Todos tenemos un lado flaco
un talón de Aquiles
un lugar que no cubre la armadura
yo por ejemplo
tuve a escasos centimetros la boca
el cabello que alguna vez acaricié
y el cuello en donde pude colgar mis penas
pero
la daga atravesó despacio
y me quedé con trozos de ficción entre las manos.
DG.
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