viernes, 23 de mayo de 2014

Finite incantatem

Tú ya no serás
ni mi pulso,
ni mi sangre,
ni el ansía,
ni las ganas.

No escribiré sobre ti
más allá de esto,
de este olvido
que carcome
los versos 
desde su esqueleto.

Mis ojos de tanto no verte
dibujan tu rostro
hermoso y eterno.

Te sueño,
te sueño...

Sólo diré hasta aquí,
no tan lejos de este punto.

No tan cerca de esta coma,

ya no te espero.

DG.



1 comentario:

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Aunque no se quiera, se espera. Está siempre ese encuentro en las letras, el respirar y en el alma.

Un saludo.

Rani