miércoles, 20 de agosto de 2014

Meditación en las olas


El cielo nacía en sus ojos
mientras en su alma
habitaba la soledad
con dulzura taciturna.

Las olas abrían
surcos profundos
en la arena,
cerca de sus pies
de sirena transformada.

Aún conserva en sus pupilas
algún rastro de nostalgia,
de aquel mar al que no volverá
mientras su voz persista
en mantenerse apagada.

DG.


1 comentario:

Mi Ser dijo...

Confesaré que leí muchas entradas y fue como un grato paseo de colores y sombras que hacen de la vida el real Valor..

Muchas veces me eh sentido así sabes.... y creo que todos... es la única manera...Sentir para Expresar... Pero sin Más en ese respiro quizás encontramos sentido o más bien... Fuerza para ese caminar....

Abrazoles...
Mi Ser